El 19 de julio de 2024, una actualización defectuosa del software de ciberseguridad CrowdStrike Falcon provocó una falla masiva en sistemas operativos Windows a nivel mundial. Esta actualización errónea generó la aparición de la "pantalla azul de la muerte" en millones de dispositivos, afectando operaciones en sectores críticos como aeropuertos, bancos, hospitales y medios de comunicación.
La falla causó interrupciones significativas en servicios esenciales:
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Aerolíneas: Miles de vuelos fueron cancelados o retrasados debido a la imposibilidad de acceder a sistemas de check-in y control de tráfico aéreo.
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Bancos: Instituciones financieras experimentaron caídas en sus sistemas, afectando transacciones y servicios en línea.
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Hospitales: Algunos centros de salud suspendieron cirugías y consultas debido a la inoperatividad de sus sistemas informáticos.
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Medios de comunicación: Varias emisoras y plataformas digitales enfrentaron interrupciones en sus transmisiones y servicios.
Aunque Argentina no fue de los países más afectados, se registraron inconvenientes en:
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Aeropuertos: Ezeiza y Aeroparque experimentaron problemas en los sistemas de check-in de aerolíneas como Iberia y JetSmart, obligando a realizar procesos manuales. Aerolíneas Argentinas también reportó caídas temporales en sus sistemas, que fueron solucionadas en pocas horas.
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Bancos: Algunas entidades financieras, como Banco Galicia, enfrentaron interrupciones en sus servicios de atención al cliente y plataformas digitales
Este incidente resalta la dependencia global de sistemas informáticos y la necesidad de:
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Auditorías regulares: Revisar y probar exhaustivamente las actualizaciones de software antes de su implementación.
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Planes de contingencia: Desarrollar estrategias para mantener operaciones críticas ante fallas tecnológicas.
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Colaboración internacional: Fortalecer la cooperación entre países y empresas para responder eficazmente a incidentes cibernéticos.
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